
Silencios que hablan ¿De que nos hablan los silencios?
Hoy quiero poner el acento en la importancia que tienen los silencios, (las pausas CORTAS O LARGAS) en la comunicación y como pueden afectar al emisor y al receptor.
Cual es el efecto en mi, cuando estoy ante una persona que espera pacientemente a que exprese lo que le quiero decir, con la energía y emoción que me acompaña, con el tiempo y el espacio que requiere el mensaje que le traigo. Y si además me acompaña con su silencio a modo escucha, hablando con sus ojos bien abiertos, al ritmo del mensaje que le estoy transmitiendo, con los músculos faciales y gestos corporales, abrazando el mensaje que va recibiendo y sintiendo con el tinte de la emoción que le acompañó.

El efecto de ese silencio en mi, produce un sentir, al ver que no tan solo le llegan mis palabras, sino también, la emoción que emerge de cada una de ellas nacidas de mi corazón. Sentir esa cálida escucha aumenta la pasión en la conversación. Permitiendo que los corazones se unan y la distancias se acorten entre las personas que se quieren acercar a conversar. Es un arte comunicarse mediante los silencios que hablan escuchando con el corazón.
El silencio puede ser muy variado, puede ser corto o largo si no va acompañado de gestos varios, siento que el otro se ha desconectado.
Hay silencios estratégicos que utiliza el buen emisor para ver que efecto surge en el receptor. Si es el esperado o no, y retomo la conversación.
Cuando soy yo quien escucha en silencio, puedo sentir al otro en mi. Su emoción me recorre a mi también, con el corazón y los ojos bien abiertos recibo todo lo que me transmite, con sus palabras, con sus gestos, corporales y faciales, y en ocasiones cuando están lo suficientemente cerca nuestros corazones, hablamos con una mirada, con un gesto, con un suspiro o un ruido.

Alguna vez me ha pasado que alguien viene y descarga en mi una retahíla de palabras sin respiro alguno, sin una coma, sin un punto. En estos casos resulta difícil estar atenta y discriminar que tiene valor en esa avalancha de información. Después de un rato, observo que lo importante no son las palabras, es la compañía y lo mas hermoso es entender la forma y el mensaje en que se comunica cada quien. Separando bien el grano de la paja, tratando de acentuar la escucha para entender el verdadero mensaje que hay detrás del personaje.